- Perdone, estoy buscando dos horas de felicidad.
- Cómo no, al final de la estantería de la derecha, quinta balda, tercer libro.
Así, en esta librería, los clientes preguntan por remedios para la soledad, entretenimientos para tardes lluviosas, viajes a la luna ida y vuelta, aventuras en el desierto, citas con príncipes o princesas, misterios inexplicables, sonrisas en viñetas. El librero siempre sabe exactamente lo que necesitan y dónde lo pueden encontrar.
Un día entra una muchacha, cliente habitual en las últimas semanas.
- Disculpa, estoy buscando el amor de mi vida.
- Justo enfrente de ti, detrás del mostrador, bajo un jersey de rayas.
lunes, 9 de febrero de 2009
La librería
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7 comentarios:
Oh! Me ha gustado Luisete! ;)
Jo, que bonito...
¿Qué tal se te da leer en gallego? Me has recordado un libro que seguro que te gusta...
Gracias, gracias. Lo mismo me han dicho los compis del taller de escritura. Y me llamo Luis.
Nunca me he puesto a leer en gallego (aunque me sé la canción de "la virxe de Guadalupe"), pero recomiéndame lo que quieras.
¡Qué chachi! Me ha gustado mucho.
pues, lo siento, Luis, pero a mi me parece muy demasiado moñas. Y es que la palabra "felicidad" en un relato me da alergia.
Es que soy un moñas, qué le voy a hacer.
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