martes, 10 de marzo de 2009

LA DUDA

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Como siempre, al acabar el trabajo, ya de noche en esta época del año, me gusta pasear por las apenas iluminadas calles de la ciudad. Hoy apenas se nota movimiento, únicamente me llegan los sonidos de algún que otro coche, el graznido de un cuervo, y la sirena de una ambulancia lejana.

Paso, como todas las noche, por el puente nuevo, y, como todas las noches desde hace ya unas semanas, un pequeño grupo de personas están asomándose a la barandilla, concentrando fuerzas para lanzarse al vacío. No son buenos tiempos.

Me paro un momento a contemplarlos, y observo como, uno a uno, se van animando. Finalmente, sólo queda, encaramada sobre la barra de hierro pintada de gris, una chica joven, de cerca de treinta años, dudando, temblando, llorosa. Me acerco lentamente a ella, por detrás, la agarro por los hombros, y, con un golpe seco, la llevo al lado correcto de la barandilla.

Sin pararme más tiempo, pero tan lentamente como llegué, paseando, prosigo mi camino, sin apenas pensar si mi intromisión ha sido adecuada, o quizá debería haberla dado algo más de tiempo para tomar su propia decision.

Picopato.

4 comentarios:

y digo yo dijo...

¿Cuál es el lado correcto de la barandilla?

Anónimo dijo...

¿la empujó?!!

Ayhesa dijo...

jaja, esa es la duda ¿qué pasó con la chica?

Anónimo dijo...

Se la llevaría pa' casa XD