martes, 27 de mayo de 2008

Animación suspendida (I)

Bueno, me estreno en este blog con mis pinitos en el mundo del relato. Este lo comencé hace tiempo y aún está por concluir así que el final lo conoceréis "en directo". Es un poquito largo para el formato blog, así que lo dividiré en pequeños y cómodos fascículos.

ANIMACIÓN SUSPENDIDA

TEORÍA LITERARIA 10/02/06

Mímesis

>¿Realidad o ficción?
>a = a ¿Yo no soy yo?
>Narrador, triste alias, sin duda inútil; mis amigos no piensan que hablo de mí, yo no pienso que hablo de ellos. (¡Qué tontería!... Si ellos también son yo)


Tengo convocatoria de gracia en veinte horas por culpa de dos cretinos misóginos del siglo IV. Como si toda civilización o buena idea hubiese muerto con ellos, como si lo de hoy fuera de pega y diera cierto asquito por manoseado. Escribo estas líneas con la esperanza de eludir las interminables horas por las que suplicaré a cinco minutos del examen...

El tiempo se ha parado. Qué curioso.

No queda nadie en los alrededores de la biblioteca, sólo yo y esa chica del móvil con el gesto congelado. Está sentada en un banco de metal gruyere, antiergonómico: el cuerpo inclinado, acodada en las rodillas y la vista clavada a la baldosa. Debía ser algo realmente interesante, noticias, una confidencia, tal vez una llamada de advertencia sobre lo que iba a ocurrir. En sus ojos anida un destello de curiosidad cristalizada.
Me pregunto si aún hay alguien en la línea... ¿se paró el multiverso o sólo ella?, ¿es contagioso?, ¿se trasmite por contacto o replica entre señales? Me cuestiono silenciosa y escucho, sólo un instante, la nota inerte de un sonido en suspensión. Salto atrás, aprensiva, no despierte poseída por algún ser extraño.
Pero no me afecta, sea lo que sea, no me afecta y debo estudiar. Aprovecho mis flamantes horas vírgenes, reduzco el texto a máximas ya interiorizadas para después reconstruirlo, miniaturizo contenidos...

¿Qué es la literatura?

>Arte = sombra2
>Pollo amnésico vs Retórica teletienda
>Conversemos y hallarás lo que busco.
>La Verdad sea contigo (y con tu espíritu)


-Ummm...
...se parece demasiado a mi breve periplo salesiano. Divago, está claro, es la hora del café, aunque nada haya cambiado en Semeseguerl, mi compañera de cronaufragio. Como no sé si aún puede ver dejo los apuntes ante sus ojos, por si se aburre. Temo no estar haciéndole ningún favor.

En la cafetería treinta y cuatro personas en vilo sostienen diez cortados, veinte cervezas y cuatro solos. Avanzo entre el cruce de miradas y robo un café hirviente a un chico inmerso en libros que, con toda probabilidad, no estaba leyendo. Me da un poco de vergüenza, pero no ocurre nada. Nadie aferra mi mano hacia simas de horror inconmensurable. Qué decepción.

Continuará...

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