domingo, 17 de febrero de 2008

Mañana de domingo por Principiante

Séptimo relato recibido
Autor: Principiante

Mañana de domingo


Mhh... ¿Qué pasa? ¿Por qué suena el despertador?, ¡hoy es domingo! Espera que piense. Claro, hoy el partido es a las doce.


Menos mal que no me cuesta demasiado madrugar, a pesar de que ayer me acosté a las cinco. Me ducho en un momento. Me pongo mis vaqueros negros y mi jersey rojo. Me peino -siempre me hacen gracias mis pelos al levantarme- y voy hasta la cocina.


Mi padre ya está levantado, leyendo el periódico.


-Buenos días, papá.


-Buenos días, cariño. Venga, a desayunar. Que hoy tenemos que ganar al Madrid.



-Que sí, papá, que sobra tiempo.

Voy con mi padre al fútbol desde los doce años. No he faltado a ningún partido en casa, que yo recuerde, más que cuando estaba de viaje de estudios, un día que tenía mucha fiebre, y cuando murió mi abuelo.


Después de un café con poca leche y cinco galletas, me lavo los dientes y termino de prepararme. Me pongo los zapatos, cojo mi bufanda blanquiazul, que me va a hacer falta (aún no ha llegado la primavera), y la chaqueta. Sólo espero que hoy no llueva.


-Papá, voy a por el coche, te espero en el portal.



Mientras vamos camino del estadio, en mi Peugeot blanco, me dice mi padre, con toda la inocencia:

-Hay que ver, Lucía, con lo femenina que eres, y siempre has sido más futbolera que yo.


Yo le miro, sonrío, y no digo nada.


16 comentarios:

Es secretu dijo...

¿Por qué será que me has hecho pensar en una mezcla de las caperucitas de los cuentos anteriores?. Y oye principiante, ¿tu estudias o trabajas?.

Es secretu dijo...

Y estaba pensando, Principiante, ¿tu no serás una chica morena, de unos 22 años, con trenzas, que estudia derecho, y que vive en la avenida Manoteras?

Es secretu dijo...

Oye, Principiante, he estado toda la tarde recorriendo la avenida. ¿Eras tu la del vestido negro a quien casi se le escapa el 46? Me he acercado a la carrera, pero no te he podido ver la cara. Le he preguntado a un muchacho en la parada si te conocía y me ha mirado con cara de buho antes de volver a su libro.

y digo yo dijo...

¿De 22 años, con trenzas? Esta va a ser la niña de Rajoy.

No, en serio: quizás le falta una vuelta de tuerca, pero tiene una frescura muy agradable.

Es secretu dijo...

Oye Principiante, tengo una duda terrible. ¿A ti te gustan los hombres fornidos, los tipo guaperas, o los sensibles?. Es que no me quito de la cabeza el muchacho de la parada del autobús, el que luego se olvidó el libro. ¿No será tu novio?. Desde luego te conocía. Hablé un momento con él y te conocía, me dijo que te llamas Calístide, que te gustan los pasteles de chocolate, y las aceitunillas arbequinas.

Es secretu dijo...

Hola Calístide. ¿A que no te esperabas aprobar derecho civil?. Bueno, llámalo favor. Resulta que el profesor hizo unos ejercicios espirituales con un compañero de centuria, hace un par de años, y desde entonces de vez en cuando se ven y tal. Le pedí el favor de echar una mano a mi futura novia, y voilà. Por favor, no te enfades por el atrevimiento, así estas cosas dan más resultado. ¿Por cierto, ese muermo que siempre va con un libro pegado a la mano no será tu novio?

Es secretu dijo...

Calístide, como puedes ver, desde que leí tu escrito te has instalado en mi mente. Ayer les pedí a las perversas amas del blog el favor que me dijeran tu dirección, pero me han negado el favor. No se si es por razones éticas o por hacerte un favor, puesto que, según entendí entre lineas, algún conocido tuyo tiene algo que ver con lo del trato desfavorecido en la residencia Manoteras.
Quizás si llamo al R.C.D Espanyol de Barcelona, como no creo que tengan muchos socios en la Avda. Manoteras de Madrid, me favorezca la suerte. ¿No serás una emigrante catalana, de esas que comen pantumaquet con butifarra los domingos?. Bueno, a mi también me gusta el pantumaquet, dicen que favorece la circulación espinal.

y digo yo dijo...

Tengo la impresión de que aquí se ha colado, una vez más, el jardín de los senderos que se bifurcan. Qué poderoso puede ser un personaje cuando es capaz de viajar de relato en relato, a su antojo (yo me entiendo)

Es secretu dijo...

Buf, pensando en ti, Calístide, me estoy quedando sin médula espinal. Ahora entiendo lo del pantumaquet, que da tiempo a regenerar la que se va gastando.
Había decidido hacer guardia en el autobús que sueles coger, pasarme en él todo el día, a ver si así te encontraba. Pero resulta que los conductores de medio país hacen huelga. Si es que parece que la suerte no quiera que te encuentre. En cambio, si me he topado con el muchacho lector, y de la rabia que me ha dado casi que le pego un par de mamporros, así de sopetón, ¡pam!, por entrometido.

Es secretu dijo...

No se si decirte lo que te voy a decir. Resulta que un conocido del primo de mi vecino estudia contigo, y según parece eres un transvestido. ¿Por qué no me lo habías dicho?. Bueno, es cierto que no habíamos tenido ocasión de hablar, pero por lo menos tu amigo el lector me lo podía haber advertido. ¿Es acaso tu amante?.

Estoy perplejo. Ya me advirtierson sobre las chicas de la avenida Manoteras, que eran muy machas, pero inocente de mi no hice caso.

Unknown dijo...

Lo siento, secretu, no te había leído hasta ahora.
Y lo siento más todavía, porque a mí me gustan las tías de culos anchos. Pero si me dices quién eres, me lo puedo pensar. Sí, me gusta el pan tumaca.
(Madre mía, ¿por qué casi siempre me tiran los tejos los tíos?).

Unknown dijo...

Secretu, por favor, contéstame. Creo que podremos ser amigos. ¿Puedes decirme tu nombre? Si no, creo que lo puedo averiguar.

Ahora me voy de vacaciones, pero igual la semana que viene nos podemos encontrar. Lo que no sé es cómo eres, pero tú sí me conoces.

Gracias por lo de Derecho Civil, no sé si habrás tenido algo que ver, la verdad es que iba bastante agobiada.

Y no, el chico de la parada, Pablo, no es mi novio ni amante ni nada, es un amigo de la facultad, un chico muy culto y agradable.

Es secretu dijo...

Lo siento, conociendo lo conocido, mi corazón hecho añicos, ya nunca más podré pensar en ti como en la tierna chica que imaginé, florecilla de la montaña, Laura Ingalls de Manoteras, caperucita hecha mujer, animadora blanquiazul... Siempre habrá ese obstáculo entre nosotros.

Ya lo se, ya lo se, no me lo digas, se que no te llamas Calístide, tu nombre es Amor. Grande es mi pena cada vez que recuerdo a la Milà: "Amor tiene....". No puedo, déjame vagar en soledad hasta que el viento y el sol expulsen de mi cuerpo la pena que siento.

Luis Zamarreño dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
y digo yo dijo...

Coñe, mira que os estais poniendo cursis...

Unknown dijo...

Lo siento mucho, secretu. No ahondaré más en la herida, sólo quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites.

Puede que nos volvamos a encontrar, donde menos imagines, cuando ya no me recuerdes.